El 19 de enero de 1999, ochenta estudiantes de secundaria del área de Kennett se convirtieron en pioneros. Fueron los primeros en participar en un viaje que ha durado 25 años y han visto a cerca de 7.000 estudiantes seguir sus pasos. Ese viaje se lleva a cabo. . . ¡DESPUÉS DE LA CAMPANA!

​

A lo largo de los años, estos estudiantes han participado en innumerables actividades con nombres como Brain Base, The Lollipop Factory, Hands On Boots in the Water, Awesome Autos, The Giving Garden, Let's Make a Movie! y Base Cerebral. Se han involucrado en todo tipo de deportes, han cocinado platos de todo el mundo, han aprendido a resolver crímenes utilizando técnicas forenses, han escrito, dirigido y protagonizado sus propios mini largometrajes, dominado los últimos pasos de baile y creado obras de arte adecuadas para enmarcado. Lo que es más importante, descubrieron nuevas pasiones y aprendieron nuevas habilidades que bien pueden haber transformado sus vidas y sus trayectorias profesionales.

​

After-The-Bell comenzó como la creación de tres personas extraordinariamente dedicadas y tenaces que vieron un problema en Kennett Square a fines de la década de 1990 y se dispusieron a resolverlo. John y Denise Wood, y Marshall Newton eran todos miembros de la Iglesia Episcopal del Advenimiento en Kennett Square. Participaron en un estudio de escucha para comprender y explorar los desafíos que enfrentan los residentes locales. “Nos dimos cuenta de una necesidad apremiante en la comunidad”, escribieron John y Denise en un artículo de 1999 para el boletín Kendal-Crosslands. “Éramos conscientes de que el momento de mayor peligro para los jóvenes en el área de Kennett Square y en las ciudades de los Estados Unidos hoy en día es entre las 3 y las 6 p. casa del trabajo. Nos habíamos estado diciendo unos a otros: 'Hagamos algo para satisfacer esta necesidad'”.

 

Con el título de trabajo original "Three to Six", John, Denise y Marshall crearon el modelo para un programa en el que todos los estudiantes de secundaria podrían asistir sin costo alguno, no habría costo para el distrito escolar y docenas, si no cientos, de las personas se ofrecían como voluntarias para compartir su experiencia y su tiempo para mantener a estos estudiantes seguros y comprometidos en actividades significativas después de la escuela. Imaginaron que, con el fuerte apoyo del Distrito Escolar Consolidado de Kennett, las personas, las empresas, las fundaciones y las organizaciones donarían dinero para convertir este modelo en una realidad.

​

Veinticinco años después, After-The-Bell (así llamado por uno de los estudiantes originales), es tan fuerte y vibrante como lo habían imaginado los tres fundadores. “No estoy seguro de que se sorprendan del éxito que ha tenido After-The-Bell a lo largo de los años”, dijo el presidente de la junta, Rudy Karkosak. “Tenían una fe tremenda y bien fundada en el espíritu y la compasión de la comunidad de Kennett y confiaban en que el programa prosperaría. Pero sí creo que si estuvieran aquí con nosotros hoy, se sentirían sumamente orgullosos de cómo su declaración—Hagamos algo para satisfacer esta necesidad—ha mejorado la vida de miles de niños durante 25 años y contando”.